Mis queridos Reyes Magos o cómo explicar a un niño de 5 años por qué se queda sin regalos.

    Mi hija me dió ayer su carta a los Reyes Magos para echarla al correo. Tiene cinco años y mucha suerte. Sus padres están dentro de lo que se llama actualmente la "clase media", una nueva "Clase", cada vez más minoritaria que puede permitirse el lujo y el placer de despertar a sus hijos la mañana de Reyes para llevarlos hasta el árbol de navidad,  a ver qué han dejado allí para ellos sus majestades de oriente. Y seguramente coincida con lo que pidieron en su carta. Podemos verles gritar de ilusión, saltar, desorientarse, revolver todos los paquetes para encotrar los suyos, todo eso, como ya digo, por que tenemos esa suerte. Pero, qué pasa cuando mi hija va al cole y su amigo,  "llámese como quiera", no ha encontrado debajo del árbol ninguno de los regalos que pidió - porque también los pidió-, pero por allí, los Reyes se olvidaron de pasar. Es posible que mi hija se pregunte por qué su amiguito no ha recibido regalos, si los Reyes son Magos y traen regalos para todos los niños, a lo mejor es que se portó mal, pero Juanito también se portó mal y le han traido la Play..., cómo se explica eso a un niño, a mi niña que ya va entendiendo ciertas cosas y a su amiguito que no recibió nada.

    Debería haber algo así como un Banco de España de Juguetes, en el que todos deberíamos invertir,  para que, llegadas las navidades, ningún niño se quedara sin regalos, para que esa alegría de ver a tus hijos disfrutar llenos de ilusión se extendiera a todo el mundo y no hubiera ni un sólo niño triste el día de los Reyes Magos. Hagámoslo posible, reinventemos a los Reyes Magos.