Es increíble el efecto que la Navidad tiene sobre nosotros. La Navidad, que debería ser una época para la reflexión, para el agradecimiento, la solidaridad, nos convierte en unas auténticas máquinas consumistas, nos posee de tal forma, que con una tarjeta de crédito en la mano nos convertimos en la versión egoísta de Papá Noel, sin darnos cuenta que, cuando se rompe el hechizo, la carroza se convierte en calabaza y seguimos teniendo las mismas deudas, problemas y preocupaciones, que conlleva la rutina diaria el resto del año.A mi me encanta comprar todo el año, por qué voy a negarlo, pero en esta época me gusta aún más, siento más placer aún si cabe cuando entro en una tienda o cuando voy por una calle repleta de gente, adornada con miles de luces de colores y un fondo de música navideña. Cuando pasan las fiestas y miro mi cuenta corriente, la magia se rompe y entonces nos echamos las manos a la cabeza, eso sí, no aprendemos de la experiencia, por que al año siguiente volvemos a repetir y al otro y al otro...
Y dicen que hay crisis.......
ResponderEliminarFELICES FIESTAS
Me siento totalmente identificada con lo que escribes. A veces nos perdemos, llegando a comprar cosas que no necesitamos, y simplemente por el placer de comprar y comprar al que nos lleva esta sociedad consumista de la que formamos parte. Mis amigas y yo pensamos que somos víctimas de una enfermedad llamada "LA ERÓTICA DEL PLACER DE COMPRAR", y cuando nos vemos por la calle con bolsas de compras nos llamamos unas a las otras ENFERMAS.
ResponderEliminarSOL.
FG07,
ResponderEliminar.........
MÁS RAZÓN QUE UN SANTO....
PERO , COMO SUELEN DECIR,
EL HOMBRE ES EL ÚNICO ANIMAL QUE TROPIEZA DOS VECES CON LA MISMA PIEDRA.....
Y COMO EXISTEN LAS TARJETAS....ENTONCES LA GENTE CREE QUE EL DINERO NO VUELA PORQUE NO SE REFLEJA AL MOMENTO........
UN SALUDO
Estamos inmerso en la sociedad de consumo, que tanto daño nos hace al bolsillo y a la salud, sobretodo en esta recta final antes del día de reyes, ya que te duelen los pies de correr de tienda en tienda, de soportar las colas que se montan para pagar, llevar esas cantidades de bolsas que vas acumulando a medida que vas pasando de una tienda a otra, que te cortaban la circulación de las manos y alguna seguro que se te quedo en el camino, ya que tu mano no abarcaba, y bla bla bla bla bla bla.... Pero todo esto tiene su recompensa, hace mucha ilusión cuando ves a tu familia, amigos, pareja,... abriendo los regalos, y diciendo cuanto les gustan, para eso no necesitas pasar la tarjeta, .....
ResponderEliminar